Unidas en el amor hacia ti,
aceptando los designios del Señor,
aun sin entender, aceptamos con fe lo que nos toca vivir.
Unidas en oración.
Tu alma en paz vuela, libre de dolor, libre de angustia,
tu cuerpo descansa después de una larga batalla.
Gracias por compartir con nosotras,
tu alegría infantil, hermana de infancia,
gracias por compartir desde tu madurez
tus miedo y tus temores,
demostraste tu humanidad en cada momento.
Tu presencia desde el amor
seguirá acompañándonos eternamente
y siempre estarás presente en nuestras oraciones.
Con el corazón herido y ahogado en lágrimas
suelto tu mano para este vuelo
en reencuentro con la esencia del Ser.
Adiós amiga PCH