Las pérdidas se originan no solo con la muerte, también se dan con las actitudes, acciones y formas de ser de las personas.
La dualidad del ser humano, a veces bueno otras no tanto, procede con bondad y con maldad. En sus momentos más críticos puede ser destructivo con él y con el prójimo. Complejos y misteriosos, buscan paz y generan guerras, ganar vs perder.
Lanzan mentiras al mundo y crean realidades paralelas, son tantos sus embustes que ya ni saben que es verdad. Por dolor o por miedo puede ser defensivo y atacar sin piedad, si darse cuenta que puede llegar hasta a matar.
Tiene la facultad de pasar de la admiración a la desilusión, del amor al desinterés o al odio, de ganar a perder en segundos. ¿Complejo y misterioso?
Construye castillos que de un solo soplido, caen rápidamente y junto con él corazones destruidos en mil pedazos, el dolor se incrementa mientras se seca. Aun así sigue latiendo por inercia, algunas veces se acelera otras lentamente se pierde en el dolor y la tristeza.
Gracias a Dios el corazón es fuerte por naturaleza y después de un tiempo reestablece su fortaleza. Se reconstruye y aun herido recobra el ritmo, entre cicatrices y quizás sin algunas piezas en su haber, continua latiendo quizás sin saber.
Si escuchas atentamente los corazones podrás percibir su ritmo desentonado, sus arritmias dolorosas, esas que quieren pasar al olvido pero que aunque desees que sean sutiles escondidas están detrás de tu coraza.
24 enero 2022
Gilda Bohl