La vida tiene un curso que muchas veces queremos cambiar, una de esas veces es por ejemplo cuando tenemos a un ser querido atravesando temas de salud, donde la vida de ellos se ve expuesta, o donde su salud se ve afectada, deseamos de inmediato que se haga un milagro y que se haga nuestra voluntad.
En estos momentos que son los más difíciles necesitamos tomar consciencia que la vida es pasajera, que tenemos un tiempo limitado en este viaje llamado VIDA. Claro todos queremos la eternidad pero es algo lamentablemente irreal, siempre nos quedará corto el tiempo, SIEMPRE. El tiempo y las formas jamás serán las adecuadas para nosotros.
Algo que nos puede acoger en estos momentos es recordar los buenos tiempos pasados con esta persona, abrazarnos a la gratitud en los tiempos donde la desesperanza se hace presente , esa gratitud desde donde podemos apreciar la «gracia» de haber sido bendecidos por el compartir y desde nuestro amor más grande aceptar, aun que se que no es fácil, lo que nos toca y lo que le toca vivir, acompañarlo desde el amor, desde el ser sostén e incondicional para ellos, juntos en las buenas y en las malas.
Mantenernos en la fe, aunque muchas veces no entendamos el proceso que nos toca vivir , y nos revelamos antes el.
Pero nuestras Almas son más sabias y ella saben para que vinieron a este mundo, están abiertas a recibir lo que les toca, la pregunta es ¿Qué aprendemos con lo que nos sucede?, ¿que enseñanzas hay en el camino?, eferrarnos a la gratitud de poder compartir, de tener a quienes tenemos el tiempo que lo tenemos, de entregar amor, y recibirlo con el corazón abierto.
No es fácil el camino, para nada, pero recordemos que aunque nos sintamos solos no lo estamos.
Mucho amor y a seguir con fe.
Gilda Bohl Pazos
15 nov 2022